Blog Servihabitat
Novedades del sector inmobiliario
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Pasar unos días en una casa en la montaña es un ejercicio ideal para olvidarse del ritmo frenético de la ciudad y abrazar la paz de la naturaleza. Si queremos lograr que la desconexión sea total, la decoración es esencial, por eso te damos una serie de consejos para conseguir un ambiente cálido, rústico y acogedor
Imprescindibles
Hay un par de imprescindibles que no pueden faltar en una casa de montaña: una chimenea o una estufa de leña y un buen ventanal o ventanas de grandes dimensiones desde donde contemplar la naturaleza, convirtiendo así al paisaje en parte de la decoración. Estos dos elementos invitan a reunirse en el salón a charlar en compañía durante las tardes de invierno, pero también a leer un buen libro al calor del fuego viendo caer la nieve a través del cristal.
Techos rurales
Si la casa dispone de estructuras originales como vigas de madera en el techo puedes recuperarlas, siempre evaluando su estado y determinando si están dañadas o simplemente necesitan ser reforzadas o restauradas para que luzcan más bonitas. No obstante, si no tiene vigas de madera, existen recursos para imitar estos elementos originales, como por ejemplo las vigas decorativas.
Elige materiales
Madera, piedra, lino, cobre y velas. Son algunos materiales que te ayudaran a que las estancias respiren calma y calidez. Puedes usar madera para revestir las paredes, los techos y los suelos, ya que es un material natural que se adapta bien al entorno montañoso y crea una atmósfera agradable. Habitualmente, la piedra se utiliza para revestir las chimeneas, las paredes y los pisos, ya que es resistente y duradera, y se adapta bien al entorno montañoso. Por otro lado, el lino es un textil ideal para las cortinas, cojines y ropa de cama, ya que es un material natural que es fresco y transpirable. El cobre y los metales en lámparas, candelabros y decoraciones, crean una entorno rústico y natural. ¡Y además son materiales resistentes y duraderos!
Colores cálidos
Utiliza tonos cálidos y neutros para paredes y los muebles, como blanco crema, beige, naranjas tipo teja o rosas. Otra opción es optar por colores inspirados en la naturaleza, como verdes, marrones o lino. Todos estos tonos, además de crear un ambiente relajante combinan muy bien con la madera. En las paredes puedes colgar elementos que hagan referencia al entorno montañoso como cuadros o estampados con paisajes de montañas.
Los tejidos importan
Una buena forma de añadir calor a los rincones fríos de la casa es incorporando alfombras. También pueden ponerse cerca de la chimenea para sentarse en ellas a mirar el fuego. Los textiles cálidos como mantas y cojines son perfectos para crear una atmósfera confortable. De cuadros, de lana trenzada... Y, si son blancos, darán luminosidad a las estancias.
Plantas de interior
Colocar plantas y flores ornamentales también te aportará un toque rural, fresco y natural. También puedes ir un paso más allá, e incorporar elementos de la naturaleza en tus muebles, por ejemplo, con una mesa construida utilizando un tronco, o incorporar ramas, piñas, hojas y flores secas, para crear una sensación de armonía.
Iluminación al poder
Las lámparas de techo y los puntos de luz crearan el ambiente acogedor que buscas. Revisa la potencia de las bombillas y el color de la luz, que no debe ser fría, ya que no se adapta estéticamente a los materiales más rústicos. Vale la pena jugar con distintos tipos de lámparas: de sobremesa, de pie, flexos o apliques de pared que estimulen la decoración general de la casa. Las velas también te darán un toque acogedor en cualquier estancia.
Vivienda26 de enero de 2023
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Pasar unos días en una casa en la montaña es un ejercicio ideal para olvidarse del ritmo frenético de la ciudad y abrazar la paz de la naturaleza. Si queremos lograr que la desconexión sea total, la decoración es esencial, por eso te damos una serie de consejos para conseguir un ambiente cálido, rústico y acogedor
Imprescindibles
Hay un par de imprescindibles que no pueden faltar en una casa de montaña: una chimenea o una estufa de leña y un buen ventanal o ventanas de grandes dimensiones desde donde contemplar la naturaleza, convirtiendo así al paisaje en parte de la decoración. Estos dos elementos invitan a reunirse en el salón a charlar en compañía durante las tardes de invierno, pero también a leer un buen libro al calor del fuego viendo caer la nieve a través del cristal.
Techos rurales
Si la casa dispone de estructuras originales como vigas de madera en el techo puedes recuperarlas, siempre evaluando su estado y determinando si están dañadas o simplemente necesitan ser reforzadas o restauradas para que luzcan más bonitas. No obstante, si no tiene vigas de madera, existen recursos para imitar estos elementos originales, como por ejemplo las vigas decorativas.
Elige materiales
Madera, piedra, lino, cobre y velas. Son algunos materiales que te ayudaran a que las estancias respiren calma y calidez. Puedes usar madera para revestir las paredes, los techos y los suelos, ya que es un material natural que se adapta bien al entorno montañoso y crea una atmósfera agradable. Habitualmente, la piedra se utiliza para revestir las chimeneas, las paredes y los pisos, ya que es resistente y duradera, y se adapta bien al entorno montañoso. Por otro lado, el lino es un textil ideal para las cortinas, cojines y ropa de cama, ya que es un material natural que es fresco y transpirable. El cobre y los metales en lámparas, candelabros y decoraciones, crean una entorno rústico y natural. ¡Y además son materiales resistentes y duraderos!
Colores cálidos
Utiliza tonos cálidos y neutros para paredes y los muebles, como blanco crema, beige, naranjas tipo teja o rosas. Otra opción es optar por colores inspirados en la naturaleza, como verdes, marrones o lino. Todos estos tonos, además de crear un ambiente relajante combinan muy bien con la madera. En las paredes puedes colgar elementos que hagan referencia al entorno montañoso como cuadros o estampados con paisajes de montañas.
Los tejidos importan
Una buena forma de añadir calor a los rincones fríos de la casa es incorporando alfombras. También pueden ponerse cerca de la chimenea para sentarse en ellas a mirar el fuego. Los textiles cálidos como mantas y cojines son perfectos para crear una atmósfera confortable. De cuadros, de lana trenzada... Y, si son blancos, darán luminosidad a las estancias.
Plantas de interior
Colocar plantas y flores ornamentales también te aportará un toque rural, fresco y natural. También puedes ir un paso más allá, e incorporar elementos de la naturaleza en tus muebles, por ejemplo, con una mesa construida utilizando un tronco, o incorporar ramas, piñas, hojas y flores secas, para crear una sensación de armonía.
Iluminación al poder
Las lámparas de techo y los puntos de luz crearan el ambiente acogedor que buscas. Revisa la potencia de las bombillas y el color de la luz, que no debe ser fría, ya que no se adapta estéticamente a los materiales más rústicos. Vale la pena jugar con distintos tipos de lámparas: de sobremesa, de pie, flexos o apliques de pared que estimulen la decoración general de la casa. Las velas también te darán un toque acogedor en cualquier estancia.
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