Si eres propietario de un terreno sin edificar, probablemente te has planteado su venta en algún momento. Sin embargo, en un mercado inmobiliario en constante evolución, la venta no es la única vía para obtener un retorno. Existen modelos de negocio que permiten generar ingresos a largo plazo, manteniendo la propiedad del activo. Te presentamos las opciones más atractivas.

El mercado ofrece alternativas para generar ingresos pasivos de un suelo, incluso si no es urbanizable. Estos modelos se basan en la cesión o el arrendamiento del terreno para usos específicos.

• Huertos urbanos o de ocio: esta opción consiste en ceder la parcela, o una parte de ella, a una empresa o cooperativa que la gestionará y la dividirá en pequeñas parcelas. Estas se alquilan a particulares para que cultiven sus propios alimentos. Las ventajas son una renta baja pero estable, un bajo riesgo de inversión y la contribución a una iniciativa de economía circular y sostenible. Es una alternativa ideal para terrenos en las afueras de zonas urbanas.
• Instalaciones de energía solar: el auge de las energías renovables ha convertido a los terrenos en un activo de alto potencial. Esta opción consiste en ceder el derecho de superficie o el arrendamiento a empresas energéticas para que instalen placas solares o plantas fotovoltaicas. Las ventajas son una renta muy elevada y a largo plazo (los contratos suelen tener una duración de 20 a 30 años), mínimo esfuerzo por parte del propietario y una alta demanda por parte del mercado.
• Parkings o estacionamientos: hablamos de la posibilidad de alquilar el terreno para convertirlo en un parking público o privado. Puede ser una opción temporal o a largo plazo. Las ventajas son un retorno rápido, bajo coste de adecuación inicial y una alta demanda en zonas de gran afluencia, como estaciones de tren, aeropuertos, centros de ocio o zonas de oficinas.

Antes de optar por uno de estos modelos, es fundamental tener en cuenta algunos aspectos clave.

• Viabilidad y normativa: es crucial verificar que la normativa urbanística de la parcela permita el uso que se le quiere dar.
• Cláusulas del contrato: es importante que el contrato de arrendamiento o cesión especifique el plazo, las condiciones de uso, las responsabilidades sobre el mantenimiento y la reversión del terreno a su estado original.
• Fiscalidad: cada opción tiene implicaciones fiscales diferentes. Consulta con un experto para que te asesore.

El mercado inmobiliario ofrece más oportunidades de las que solemos pensar. Un terreno sin edificar puede ser un activo de alto potencial si se considera como una fuente de ingresos pasivos. La cesión para huertos, la instalación de placas solares o la habilitación de un parking son solo algunas de las opciones que abren la puerta a una estrategia de inversión más versátil y sostenible.