Una segunda vivienda te va a permitir despejarte cuando necesites cambiar de aires, aprovechar los periodos de vacaciones al máximo o teletrabajar desde un lugar menos estresante. Además, se trata de una gran inversión inmobiliaria porque, por ejemplo, cuando no la uses, puedes alquilarla y sacarle partido. 

Desconectar, descansar o pasar tiempo de calidad con la familia. Muchos lo consiguen viajando, otros lo hacen contando con un lugar propio donde pasar ciertas temporadas. Las segundas residencias se pusieron de moda en los años setenta y ochenta con el éxodo de los pueblos a las ciudades. Hoy, esta tendencia sigue en alza e, incluso, han entrado al campo de juego nuevos actores como los compradores extranjeros

Además debido a las nuevas tendencias sociales, el uso de estas viviendas se está ampliando. Y, en España, el mercado de segundas residencias está viviendo un gran momento. Familias que únicamente las utilizaban para los fines de semana o el verano, ahora pueden llegar a pasar meses teletrabajando en ellas. Pero sino es el caso, una segunda casa puede ser sinónimo de rentabilidad. 

Y es que una segunda residencia es, también, una buena inversión a largo plazo. Estas casas vacacionales pueden ser una gran fuente de ingresos para tu familia si quieres sacarle partido. 

Hay quienes compran una segunda vivienda en la playa o en la montaña para alquilarla. Esto, ¿es rentable? Sí, pero hay que hacerlo bien. Existen diferentes fórmulas y es que cada caso es único. Se puede ofrecer un alquiler anual que aportará un beneficio estable, pero siempre y cuando no se le vaya a hacer un uso personal en todo ese tiempo. 

Por el contrario, hay familias que saben, por ejemplo, que ese chalet o apartamento será su destino los meses de verano. Entonces, se puede ofrecer al mercado como alquiler vacacional para rentabilizar todos los meses que, en cambio, estará vacía. 

Son alquileres más inestables, pero -en función de la temporada y la ubicación- pueden repercutir en más ingresos. Ambas opciones son una gran fórmula para afrontar los gastos fijos de una segunda residencia como los impuestos de propiedad o los gastos de comunidad. 

Y si con el alquiler crees no aprovechar todo el potencial de la casa, siempre queda la opción de venderla y conseguir una rentabilidad mayor e instantánea. Las segundas viviendas tienden a revalorizarse con el paso del tiempo y si, además, están en una buena zona y bien conservadas, se puede conseguir una gran transacción. 

A la hora de comprar una segunda vivienda, debes tener claro los impuestos que se deben pagar por este inmueble. Porque sí -al igual que el domicilio habitual- la segunda residencia también tiene que figurar en la declaración de la renta, por ejemplo. Por otro lado, es importante saber que no se declara el mismo IRPF si se alquila la segunda residencia, si se vende o si se usa solo de forma particular. Cada caso hará variar la cifra. 

El consejo, antes de dar el paso definitivo, es tener claros cuáles son los posibles ingresos y los gastos asociados esta inversión. En definitiva, lo mejor es intentar definir una buena planificación financiera para poder disfrutar de su rentabilidad sin problemas. 

Si estás valorando comprar una segunda residencia, déjate asesorar por expertos como Servihabitat y échale un vistazo a su catálogo donde encontrarás una selección de casas y pisos de segunda residencia al mejor precio. Sea en la playa o en la montaña. 

Segunda residencia: cuáles son sus beneficios y cuándo son rentables

2 de mayo del 2024 vivienda

 

Una segunda vivienda te va a permitir despejarte cuando necesites cambiar de aires, aprovechar los periodos de vacaciones al máximo o teletrabajar desde un lugar menos estresante. Además, se trata de una gran inversión inmobiliaria porque, por ejemplo, cuando no la uses, puedes alquilarla y sacarle partido. 

Desconectar, descansar o pasar tiempo de calidad con la familia. Muchos lo consiguen viajando, otros lo hacen contando con un lugar propio donde pasar ciertas temporadas. Las segundas residencias se pusieron de moda en los años setenta y ochenta con el éxodo de los pueblos a las ciudades. Hoy, esta tendencia sigue en alza e, incluso, han entrado al campo de juego nuevos actores como los compradores extranjeros

Además debido a las nuevas tendencias sociales, el uso de estas viviendas se está ampliando. Y, en España, el mercado de segundas residencias está viviendo un gran momento. Familias que únicamente las utilizaban para los fines de semana o el verano, ahora pueden llegar a pasar meses teletrabajando en ellas. Pero sino es el caso, una segunda casa puede ser sinónimo de rentabilidad. 

Y es que una segunda residencia es, también, una buena inversión a largo plazo. Estas casas vacacionales pueden ser una gran fuente de ingresos para tu familia si quieres sacarle partido. 

¿La alquilo o la vendo?

Hay quienes compran una segunda vivienda en la playa o en la montaña para alquilarla. Esto, ¿es rentable? Sí, pero hay que hacerlo bien. Existen diferentes fórmulas y es que cada caso es único. Se puede ofrecer un alquiler anual que aportará un beneficio estable, pero siempre y cuando no se le vaya a hacer un uso personal en todo ese tiempo. 

Por el contrario, hay familias que saben, por ejemplo, que ese chalet o apartamento será su destino los meses de verano. Entonces, se puede ofrecer al mercado como alquiler vacacional para rentabilizar todos los meses que, en cambio, estará vacía. 

Son alquileres más inestables, pero -en función de la temporada y la ubicación- pueden repercutir en más ingresos. Ambas opciones son una gran fórmula para afrontar los gastos fijos de una segunda residencia como los impuestos de propiedad o los gastos de comunidad. 

Y si con el alquiler crees no aprovechar todo el potencial de la casa, siempre queda la opción de venderla y conseguir una rentabilidad mayor e instantánea. Las segundas viviendas tienden a revalorizarse con el paso del tiempo y si, además, están en una buena zona y bien conservadas, se puede conseguir una gran transacción. 

Las obligaciones a tener en cuenta

A la hora de comprar una segunda vivienda, debes tener claro los impuestos que se deben pagar por este inmueble. Porque sí -al igual que el domicilio habitual- la segunda residencia también tiene que figurar en la declaración de la renta, por ejemplo. Por otro lado, es importante saber que no se declara el mismo IRPF si se alquila la segunda residencia, si se vende o si se usa solo de forma particular. Cada caso hará variar la cifra. 

El consejo, antes de dar el paso definitivo, es tener claros cuáles son los posibles ingresos y los gastos asociados esta inversión. En definitiva, lo mejor es intentar definir una buena planificación financiera para poder disfrutar de su rentabilidad sin problemas. 

Si estás valorando comprar una segunda residencia, déjate asesorar por expertos como Servihabitat y échale un vistazo a su catálogo donde encontrarás una selección de casas y pisos de segunda residencia al mejor precio. Sea en la playa o en la montaña. 


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