Iniciar un negocio implica cumplir unos requisitos legales y disponer de una serie de permisos en función de la actividad y del tipo de establecimiento. Hablamos, entre otros, de la licencia de obras, el plan contra incendios, algunas medidas de insonorización y otros trámites como obtener el CIF de la empresa, dar de alta diversos impuestos o llevar los libros contables al día. 
 
Una vez planificado el proyecto de un negocio, y antes de abrir sus puertas, es importante realizar algunas gestiones. Antes de ponerse en marcha, se recomienda tener paciencia e iniciar los trámites con antelación, porque pueden alargarse más de lo que se cree inicialmente. Es importante informarse correctamente ya que algunos de los pasos obligatorios varían de una comunidad a otra, incluso de un municipio a otro. Y no hay que olvidar que las exigencias legales para una barbería no van a ser las mismas que para un restaurante, por ejemplo. 
 
Además, este tipo de normativas cambia con rapidez, así que es necesario estar siempre al día de la información y documentación que se va a necesitar aportar. Otro tip muy práctico es tener siempre a mano fotocopias de los documentos que más veces se van a solicitar como el DNI, NIF, el contrato de alquiler o el justificante de alta en la Seguridad Social.

Más allá de dar de alta el agua y la electricidad, por ejemplo, es necesario también gestionar las licencias de apertura y las de obras y tener controlado todo aquello relacionado con las instalaciones como las salidas de humos, la insonorización o el plan contra incendios. Empecemos. 
 
La licencia de apertura y actividad es un documento que avala que el futuro local cumple con todas las condiciones de seguridad y uso del negocio que se va a montar. Por su parte, las licencias municipales de obras se dan para remodelaciones menores o medianas. Eso sí, si las obras solo afectan al interior del local, este tipo de licencia no es necesaria, aunque sí lo será un comunicado oficial. Cuando se trata de obras menores, se puede solicitar al técnico una licencia de apertura provisional. 
 
En las obras mayores, cuando estas se acaben, se debe entregar en el ayuntamiento el certificado de final de obra junto a la solicitud de licencia de apertura. Solo cuando la entidad conceda esta última, tras una revisión in situ por parte de técnicos, se podrán levantar las persianas. Un dato a recordar es que las licencias de actividad se dan para un local y su titular. Es decir, son intransferibles y, si el negocio cambia de manos, se deberá pedir cambio de titularidad en el ayuntamiento.

Algunos requisitos para poner en marcha una empresa como darse de alta en el censo de profesionales, pagar el impuesto sobre actividades económicas o darse de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos son más populares. Pero ¿qué pasa en el caso de los negocios que vayan a necesitar contratar a empleados? 
 
Aquí es importante también dar de alta los contratos de trabajo y a los trabajadores en el Régimen de la Seguridad Social. En la Tesorería General de la Seguridad Social, finalmente, se inscribirá a la empresa y se le asignará al empresario un número para su identificación y control de las obligaciones. 
 
Y, como punto final, la mejor recomendación antes de abrir un local comercial es dejarse asesorar por expertos como Servihabitat que, además, disponen de un gran stock de locales con fines comerciales donde poder convertir un sueño en realidad.