El comercio de proximidad necesita un proyecto de futuro en el que se impliquen las administraciones. En Barcelona, por ejemplo, el barrio del Eixample cuenta con más de 14.000 establecimientos de los que un 30% son restaurantes, tiendas de alimentación y de ocio nocturno. Ahora, con un nuevo plan de usos se va a limitar la saturación de estos locales para promover la diversidad comercial.
En 2020, existían aproximadamente 500.000 establecimientos de proximidad en España, según datos de la Confederación Española de Comercio, que asegura que estos negocios suponían ya entonces más del 5% del PIB español. Pese a su importancia, en la economía del país, el negocio de proximidad vive en una lucha constante por sobrevivir.
Una tienda local debe competir, sobre todo en las grandes ciudades, con centros comerciales, tiendas con horarios extremos y el aumento del ecommerce que hace que la población visite menos las tiendas de proximidad de su calle, barrio o municipio.
Y es un grave error que perjudica a todos los españoles porque la economía local de las ciudades va de la mano de estos pequeños autónomos y establecimientos de barrio que fomentan la economía a la vez que revitalizan las calles.
Por eso, el fomento de este tipo de negocios locales debe ser una prioridad para las administraciones que demostraron durante la pandemia de la covid-19 que desde la política se puede apoyar, y mucho, a estos dinamizadores. Ayuntamientos como el de Teruel, Madrid, Soria o Valladolid lanzaron durante la crisis sanitaria diversas campañas para fomentar el consumo local.
Actualmente, siguen siendo muchos los consistorios como el barcelonés que están diseñando diversas estrategias políticas que definan nuevas regulaciones y normativas. El objetivo de estas iniciativas es el de ayudar a recuperar el ritmo económico a estos pequeños comercios y garantizar el consumo local.
Es decir, los ciudadanos también tienen en sus manos el poder de ayudar a esos establecimientos que llenan de vida -social y económica- las calles de las ciudades. Comprar en tiendas de proximidad es, sin duda, más sostenible y ecológico y pone en valor la cercanía y el trato personal. Un aspecto que para muchos es fundamental.
De hecho, varios informes aseguran que las decisiones de compra tienen que ver poco con el precio y sí con otras motivaciones como la confianza. Finalmente, estos negocios promueven la cohesión social, evitan aglomeraciones y son el pilar de la creación de empleo local.
En Barcelona, el
distrito de l'Eixample es, sin duda, una de las zonas con más locales comerciales. En sus calles hay más de 14.000 establecimientos de los que un 30% son locales de restauración, alimentación y ocio nocturno. Esto ha obligado a la ciudad catalana ha presentar un nuevo Plan de usos de esta zona que tiene un claro objetivo: limitar la saturación de este tipo de negocios y apostar por el
comercio local y de proximidad.
Esta normativa municipal, por lo tanto, evitará molestias a los vecinos debido a los establecimientos que ahora proliferan, luchará contra la especulación y, al mismo tiempo, evitará la pérdida de comercios de proximidad y la gentrificación. Para ello, se establece una distancia mínima entre locales y un máximo de cierto tipo de establecimientos en un radio concreto. Al final, esta nueva regulación permitirá que se abran nuevos locales comerciales de una manera más ordenada y sostenible.
En
Servihabitat, con
más de 4.000 locales de venta o alquiler, autónomos y empresarios pueden dar con el local ideal para abrir esa tienda de barrio que ayude a dinamizar barrios y ciudades.
Nueva regulación de locales para proteger el comercio de proximidad
28 de marzo del 2023 Locales y oficinas
El comercio de proximidad necesita un proyecto de futuro en el que se impliquen las administraciones. En Barcelona, por ejemplo, el barrio del Eixample cuenta con más de 14.000 establecimientos de los que un 30% son restaurantes, tiendas de alimentación y de ocio nocturno. Ahora, con un nuevo plan de usos se va a limitar la saturación de estos locales para promover la diversidad comercial.
En 2020, existían aproximadamente 500.000 establecimientos de proximidad en España, según datos de la Confederación Española de Comercio, que asegura que estos negocios suponían ya entonces más del 5% del PIB español. Pese a su importancia, en la economía del país, el negocio de proximidad vive en una lucha constante por sobrevivir.
Una tienda local debe competir, sobre todo en las grandes ciudades, con centros comerciales, tiendas con horarios extremos y el aumento del ecommerce que hace que la población visite menos las tiendas de proximidad de su calle, barrio o municipio.
Y es un grave error que perjudica a todos los españoles porque la economía local de las ciudades va de la mano de estos pequeños autónomos y establecimientos de barrio que fomentan la economía a la vez que revitalizan las calles.
Prioridad local en las ciudades
Por eso, el fomento de este tipo de negocios locales debe ser una prioridad para las administraciones que demostraron durante la pandemia de la covid-19 que desde la política se puede apoyar, y mucho, a estos dinamizadores. Ayuntamientos como el de Teruel, Madrid, Soria o Valladolid lanzaron durante la crisis sanitaria diversas campañas para fomentar el consumo local.
Actualmente, siguen siendo muchos los consistorios como el barcelonés que están diseñando diversas estrategias políticas que definan nuevas regulaciones y normativas. El objetivo de estas iniciativas es el de ayudar a recuperar el ritmo económico a estos pequeños comercios y garantizar el consumo local.
Es decir, los ciudadanos también tienen en sus manos el poder de ayudar a esos establecimientos que llenan de vida -social y económica- las calles de las ciudades. Comprar en tiendas de proximidad es, sin duda, más sostenible y ecológico y pone en valor la cercanía y el trato personal. Un aspecto que para muchos es fundamental.
De hecho, varios informes aseguran que las decisiones de compra tienen que ver poco con el precio y sí con otras motivaciones como la confianza. Finalmente, estos negocios promueven la cohesión social, evitan aglomeraciones y son el pilar de la creación de empleo local.
Nuevo reglamento en la capital catalana
En Barcelona, el
distrito de l'Eixample es, sin duda, una de las zonas con más locales comerciales. En sus calles hay más de 14.000 establecimientos de los que un 30% son locales de restauración, alimentación y ocio nocturno. Esto ha obligado a la ciudad catalana ha presentar un nuevo Plan de usos de esta zona que tiene un claro objetivo: limitar la saturación de este tipo de negocios y apostar por el
comercio local y de proximidad.
Esta normativa municipal, por lo tanto, evitará molestias a los vecinos debido a los establecimientos que ahora proliferan, luchará contra la especulación y, al mismo tiempo, evitará la pérdida de comercios de proximidad y la gentrificación. Para ello, se establece una distancia mínima entre locales y un máximo de cierto tipo de establecimientos en un radio concreto. Al final, esta nueva regulación permitirá que se abran nuevos locales comerciales de una manera más ordenada y sostenible.
En
Servihabitat, con
más de 4.000 locales de venta o alquiler, autónomos y empresarios pueden dar con el local ideal para abrir esa tienda de barrio que ayude a dinamizar barrios y ciudades.