Una casa prefabricada tiene un proceso de construcción mucho más sostenible que el de los hogares "tradicionales". Además, al seguir un sistema modular es mucho más sencillo y rápido. Por lo que es, cada vez más, una tendencia inmobiliaria a seguir de cerca. 
 
Aunque aún siguen siendo una opción desconocida para muchos, las casas prefabricadas empiezan a despuntar en el mercado inmobiliario. Gran parte de ellas se construye en una fábrica y, más tarde, se trasladan por piezas (o enteras) al terreno definitivo. Allí, se lleva a cabo el montaje final. 

Ofrecen una relación calidad-precio muy competitiva respecto a la construcción más tradicional y también ciertos beneficios que acaban convenciendo a sus futuros inquilinos. 

Sí. La compra de estas viviendas se puede financiar de manera similar a una casa común, pero se deben cumplir ciertos requisitos. Para poder pedir una hipoteca es indispensable que el terreno sobre el que se construya el inmueble modular sea urbano, que la casa prefabricada esté cimentada al suelo ¿es decir, que tenga una ubicación fija- y que cuente con licencia municipal, entre otros aspectos.

Otros requisitos a la hora de pedir una hipoteca es que el propietario de la propiedad tenga solvencia económica y que el proyecto de construcción haya estado supervisado por el Colegio de Arquitectos. También es importante que cumpla con la normativa europea que regula la eficiencia energética. Finalmente, si la casa modular no se inscribe o no es inscribible en el Registro de la Propiedad, no se puede hipotecar.

Las casas modulares o prefabricadas permiten personalizar el diseño según gustos y necesidades, pero también escoger la orientación o el material con el que se fabrican. Las hay, además, pequeñas y con una deco muy natural o más grandes y familiares con acabados más premium.

Generalmente, este tipo de construcción se realiza con diversos materiales como el hormigón, el metal y, el más usado, la madera. Cada uno de ellos tiene sus propios tiempos, costes o mantenimiento. Por ejemplo, las construidas de madera de buena calidad, pueden durar entre 25 y 50 años. Por el contrario, la vida útil de una casa prefabricada de hormigón ronda los 100 años.

Uno de los beneficios de utilizar la madera es que se trata de un material natural con una gran capacidad de aislamiento. Es decir, vas a reducir tus costes de calefacción o refrigeración una vez te instales en tu futuro hogar. Pero también permite cierto ahorro antes de vivir en el. Construir la casa de madera es, inicialmente, más barato pero, hay que ser consciente de que al final, este material noble necesitará bastante mantenimiento.

Por su parte, si escoges construir tu futuro hogar con hormigón podrás elegir entre una enorme variedad de diseños porque este material es totalmente personalizable. Y su cuidado y mantenimiento va a ser mínimo. El hormigón hará tu casa muy resistente ante, por ejemplo, el viento o fuertes heladas. En fábrica se diseñan para puedan durar décadas.

En función del material ganador, el precio de la casa variará. Y aquí vale la pena estudiar bien las diversas soluciones porque te puedes ahorrar una gran cantidad de dinero. Y a este ahorro hay que sumarle el que de por sí supone una casa modular frente a una vivienda hecha a partir del estilo tradicional.

Otro de los grandes valores de este tipo de construcción es la inmediatez. En pocas semanas, la casa de tus sueños puede estar lista para entrar a vivir. Una vez construida en fábrica, todo va rapidísimo. Por lo que podrás mudarte a tu nuevo hogar mucho antes que en una construcción de obra.

Además, este tipo de viviendas modulares son una alternativa mucho más eco: suelen ser más eficientes en términos de energía, lo que puede resultar ¿de nuevo- un ahorro significativo a largo plazo en tus facturas. 

Pero no solo eso. En la fábrica, se desperdicia menos material, se controla mejor el aislamiento y se minimizan errores comunes en una construcción más tradicional. Algo que es importante para ti, pero también para el planeta.

Según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el sector de la construcción es responsable del 40% del consumo total de materiales en el mundo. Por lo tanto, si con una casa modular se puede rebajar este porcentaje, mejor que mejor.

Pero antes de empezar con el diseño de esta vivienda, hay que encontrar el terreno de tus sueños. Para dar con él, y acertar a la primera, sigue ciertos consejos básicos: visita el suelo en persona, revisa su accesibilidad, los servicios cercanos, etc. No tengas prisa, tómate tu tiempo porque es una decisión que marcará tu vida. 

Además, equivocarse puede llevar a complicaciones legales o técnicas. Y es que debes asegurarte que el terreno esté listo para urbanizar. Y no, no todos los suelos son legalmente aptos para levantar este tipo de construcciones. Consulta las normativas de la comunidad para no llevarte ningún susto. 

Una vez localizado, y antes de iniciar el proyecto de construcción, recuerda que es indispensable nivelar el terreno. Te ayudará a asegurar una base sólida para tu futura vivienda. Y, a partir de aquí, todo será más sencillo. Tendrás el suelo listo para recibir tu casa prefabricada.

Elegir un buen terreno, por lo tanto, es una de las primeras (y principales) decisiones que hay que tomar antes de levantar una casa modular. Por eso, déjate asesorar por Servihabitat y encuentra el mejor lugar para tu proyecto de vida en su catálogo de terrenos urbanos en venta con descuentos de hasta el 45%

 

Casas prefabricadas, sostenibilidad y rapidez

29 de febrero del 2024 tendencias

 

Una casa prefabricada tiene un proceso de construcción mucho más sostenible que el de los hogares "tradicionales". Además, al seguir un sistema modular es mucho más sencillo y rápido. Por lo que es, cada vez más, una tendencia inmobiliaria a seguir de cerca. 
 
Aunque aún siguen siendo una opción desconocida para muchos, las casas prefabricadas empiezan a despuntar en el mercado inmobiliario. Gran parte de ellas se construye en una fábrica y, más tarde, se trasladan por piezas (o enteras) al terreno definitivo. Allí, se lleva a cabo el montaje final. 

Ofrecen una relación calidad-precio muy competitiva respecto a la construcción más tradicional y también ciertos beneficios que acaban convenciendo a sus futuros inquilinos. 

¿Se pueden hipotecar?

Sí. La compra de estas viviendas se puede financiar de manera similar a una casa común, pero se deben cumplir ciertos requisitos. Para poder pedir una hipoteca es indispensable que el terreno sobre el que se construya el inmueble modular sea urbano, que la casa prefabricada esté cimentada al suelo ¿es decir, que tenga una ubicación fija- y que cuente con licencia municipal, entre otros aspectos.

Otros requisitos a la hora de pedir una hipoteca es que el propietario de la propiedad tenga solvencia económica y que el proyecto de construcción haya estado supervisado por el Colegio de Arquitectos. También es importante que cumpla con la normativa europea que regula la eficiencia energética. Finalmente, si la casa modular no se inscribe o no es inscribible en el Registro de la Propiedad, no se puede hipotecar.

Las ventajas de una casa modular

Las casas modulares o prefabricadas permiten personalizar el diseño según gustos y necesidades, pero también escoger la orientación o el material con el que se fabrican. Las hay, además, pequeñas y con una deco muy natural o más grandes y familiares con acabados más premium.

Generalmente, este tipo de construcción se realiza con diversos materiales como el hormigón, el metal y, el más usado, la madera. Cada uno de ellos tiene sus propios tiempos, costes o mantenimiento. Por ejemplo, las construidas de madera de buena calidad, pueden durar entre 25 y 50 años. Por el contrario, la vida útil de una casa prefabricada de hormigón ronda los 100 años.

Uno de los beneficios de utilizar la madera es que se trata de un material natural con una gran capacidad de aislamiento. Es decir, vas a reducir tus costes de calefacción o refrigeración una vez te instales en tu futuro hogar. Pero también permite cierto ahorro antes de vivir en el. Construir la casa de madera es, inicialmente, más barato pero, hay que ser consciente de que al final, este material noble necesitará bastante mantenimiento.

Por su parte, si escoges construir tu futuro hogar con hormigón podrás elegir entre una enorme variedad de diseños porque este material es totalmente personalizable. Y su cuidado y mantenimiento va a ser mínimo. El hormigón hará tu casa muy resistente ante, por ejemplo, el viento o fuertes heladas. En fábrica se diseñan para puedan durar décadas.

En función del material ganador, el precio de la casa variará. Y aquí vale la pena estudiar bien las diversas soluciones porque te puedes ahorrar una gran cantidad de dinero. Y a este ahorro hay que sumarle el que de por sí supone una casa modular frente a una vivienda hecha a partir del estilo tradicional.

Otro de los grandes valores de este tipo de construcción es la inmediatez. En pocas semanas, la casa de tus sueños puede estar lista para entrar a vivir. Una vez construida en fábrica, todo va rapidísimo. Por lo que podrás mudarte a tu nuevo hogar mucho antes que en una construcción de obra.

Además, este tipo de viviendas modulares son una alternativa mucho más eco: suelen ser más eficientes en términos de energía, lo que puede resultar ¿de nuevo- un ahorro significativo a largo plazo en tus facturas. 

Pero no solo eso. En la fábrica, se desperdicia menos material, se controla mejor el aislamiento y se minimizan errores comunes en una construcción más tradicional. Algo que es importante para ti, pero también para el planeta.

Según datos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el sector de la construcción es responsable del 40% del consumo total de materiales en el mundo. Por lo tanto, si con una casa modular se puede rebajar este porcentaje, mejor que mejor.

El terreno, clave antes de empezar

Pero antes de empezar con el diseño de esta vivienda, hay que encontrar el terreno de tus sueños. Para dar con él, y acertar a la primera, sigue ciertos consejos básicos: visita el suelo en persona, revisa su accesibilidad, los servicios cercanos, etc. No tengas prisa, tómate tu tiempo porque es una decisión que marcará tu vida. 

Además, equivocarse puede llevar a complicaciones legales o técnicas. Y es que debes asegurarte que el terreno esté listo para urbanizar. Y no, no todos los suelos son legalmente aptos para levantar este tipo de construcciones. Consulta las normativas de la comunidad para no llevarte ningún susto. 

Una vez localizado, y antes de iniciar el proyecto de construcción, recuerda que es indispensable nivelar el terreno. Te ayudará a asegurar una base sólida para tu futura vivienda. Y, a partir de aquí, todo será más sencillo. Tendrás el suelo listo para recibir tu casa prefabricada.

Elegir un buen terreno, por lo tanto, es una de las primeras (y principales) decisiones que hay que tomar antes de levantar una casa modular. Por eso, déjate asesorar por Servihabitat y encuentra el mejor lugar para tu proyecto de vida en su catálogo de terrenos urbanos en venta con descuentos de hasta el 45%

 


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