Si la fachada de un local comercial está bien diseñada, es capaz de reforzar la imagen de marca, transmitir confianza y aumentar el tráfico de clientes. Invertir en la revalorización de fachadas de locales comerciales ya no es un gasto, sino una inversión en el branding urbano que permite asegurar la ocupación y maximizar la renta.

Diferenciarse de la competencia no siempre es fácil en el mundo de los locales comerciales. Tampoco es sencillo aumentar el tráfico de clientes, reforzar los valores de marca o muchas otras estrategias que son, en realidad, indispensables para la supervivencia de un negocio. 

Por eso, es importante poner el foco en cada uno de los aspectos que mejorarán las estrategias de venta y la fachada de tu local comercial es uno de ellos. Es, en definitiva, la primera aproximación a tus clientes y debe ser llamativa, bonita y luminosa porque, de ser así, te ayudará a conectar con tus consumidores. 

Así que, si estás pensando cómo revalorizar tu local comercial, te aconsejamos analizar todo lo que el branding urbano y el diseño de fachadas puede hacer por ti. Esta inversión vale la pena y te contamos por qué. 
 

El diseño de fachadas de locales comerciales tiene más importancia de la que se cree. Es la carta de presentación de un negocio y su diseño, branding o señalética puede atraer a nuevos clientes. 

• Atracción y profesionalidad: una fachada moderna, limpia y bien mantenida genera una primera impresión más atractiva y profesional. Los clientes demuestran mayor confianza y propensión a entrar en un local con buen aspecto.
• Coherencia visual y refuerzo de marca: la revalorización permite reforzar la imagen de marca, promoviendo un diseño coherente con los valores del negocio y, crucialmente, con el entorno urbano.
• Visibilidad y tráfico: una adecuada señalética y un diseño llamativo, junto con una iluminación estratégica, aumentan significativamente la visibilidad del local desde la calle, optimizando su exposición.
   

Para lograr una revalorización efectiva, hay elementos funcionales y estéticos que no deben faltar en la estrategia de diseño de la fachada:

• Identidad visual (branding): la fachada debe reflejar la esencia de la marca. Esto implica una elección rigurosa de colores, tipografías y el diseño del cartel o escaparate que marque la identidad del inquilino.
• Iluminación estratégica: una buena iluminación no solo resalta la fachada por la noche, sino que aumenta la sensación de seguridad. Integrar rótulos LED programables o sistemas de iluminación inteligente garantiza que la fachada destaque las 24 horas.
• Sostenibilidad y eficiencia: la inversión en nuevos materiales y tecnologías debe enfocarse en la eficiencia. La instalación de revestimientos térmicos o la integración de sensores de luz permite a los inquilinos reducir el consumo energético, lo cual es un argumento clave de venta para el propietario del activo.
• Experiencia en el escaparate: el escaparate debe ser funcional, limpio y adaptable a las promociones. Debe ser un punto de conexión entre la marca y el consumidor, reflejando las tendencias del momento.

En definitiva, la revaloración de la fachada a través de un trabajado diseño refleja la esencia de la marca y es una inversión en branding necesaria para crear experiencias acogedoras y llamar la atención de nuevos clientes. Una fachada comercial bien diseñada mejora la primera impresión e influye en cómo los clientes perciben tu negocio.