El modelo de negocio actual exige agilidad y adaptabilidad. Mientras el comercio electrónico sigue ganando terreno, la tienda física busca reinventarse. La respuesta del mercado inmobiliario ha sido el auge de los locales flexibles, espacios que permiten a las empresas probar nuevos modelos sin la carga de un contrato de larga duración.

A continuación, te contamos las claves que explican este fenómeno.
 

Un local flexible es aquel que se adapta a la necesidad del inquilino, tanto en el tiempo como en su propósito.

• Contratos a corto y medio plazo: a diferencia de un contrato tradicional, que puede ir de los 5 a los 10 años, estos locales ofrecen plazos mucho más cortos. Los contratos pueden ir desde días o semanas, ideales para eventos o pop-up stores.
• Polivalencia: estos locales suelen ser versátiles y pueden transformarse para distintos usos, como una tienda de ropa o un showroom, un espacio para talleres o demostraciones, o incluso una galería de arte.
• Servicios incluidos: para facilitar la gestión al inquilino, estos espacios suelen contar con servicios básicos incluidos en el precio, como Wi-Fi, luz o limpieza.
• Ubicaciones estratégicas: suelen estar situados en zonas de alto tráfico peatonal para maximizar la exposición de la marca.
   

El fenómeno de los locales flexibles ha transformado la forma en que el comercio y los servicios interactúan con sus clientes. Marcas de moda, calzado o tecnología utilizan estos espacios para realizar experiencias de compra más inmersivas y fortalecer el posicionamiento de la marca.

Las pop-up stores, por ejemplo, permiten a las marcas entrar en nuevos mercados y testear zonas o productos sin realizar una gran inversión. Para muchas empresas, la flexibilidad de los locales ya no es una opción, sino una parte fundamental de su estrategia de negocio.
 

Para los propietarios e inversores, la flexibilidad no solo resuelve un problema del inquilino, sino que también crea una nueva oportunidad de negocio.

• Mayor rentabilidad: aunque los contratos de los locales flexibles sean más cortos, el precio por metro cuadrado suele ser más alto, lo que puede generar una mayor rentabilidad a largo plazo.
• Reducción del riesgo: al contar con un abanico más amplio de posibles inquilinos, se reduce el riesgo de tener el local vacío durante largos periodos de tiempo.
• Adaptación al mercado: un propietario que ofrece locales flexibles se posiciona como un agente activo que se adapta a las nuevas necesidades del mercado, lo que convierte su activo en un producto más valioso.

El auge de los locales flexibles marca un antes y un después en el mercado inmobiliario, redefiniendo la relación entre inquilino y propiedad. Estos espacios versátiles no solo son una respuesta a las demandas del mercado actual, sino que representan una inversión estratégica y un activo de alto potencial para el futuro.