Gracias al uso mixto del suelo se puede combinar diferentes usos en un mismo espacio o comunidad. Esta propuesta fomenta la regeneración urbana y el desarrollo urbanístico y es que el uso mixto corresponde a aquellos espacios diseñados para promover actividades tan diversas como viviendas, oficinas, locales comerciales… que forman parte de una misma comunidad.

Pero el uso mixto del suelo es también una tendencia muy interesante a la hora de invertir y conseguir una máxima rentabilidad de esa inversión. El uso mixto está marcando el diseño de las ciudades modernas y permite que, con una sola inversión, se pueda acceder a distintos tipos de propiedades.
 

Ubicados, principalmente, en áreas urbanas y suburbanas, los terrenos de uso mixto combinan ofertas residenciales, comerciales y, en algunos casos, hasta industriales, en una sola inversión (y comunidad). 

Las propiedades típicas que cuentan con desarrollos de uso mixto incluyen comercios o tiendas locales, oficinas, hoteles, restaurantes, pisos o apartamentos, gimnasios… Es decir, en una misma comunidad -que puede ser horizontal, vertical o tratarse de una misma manzana de la calle- conviven espacios verdes, zonas comerciales, propuestas de ocio, oficinas y viviendas. 

Al hacer un uso mixto del suelo, se ofrecen lugares y momentos para todos. Por ejemplo: un hotel que también acoja un gimnasio y tiendas o un restaurante en el mismo edificio. Este concepto de desarrollo urbanístico aboga por destinar el mismo terreno o suelo a varios fines. 

Todo ello favorece la flexibilidad en la regeneración urbana y permite diseñar nuevos proyectos que serán clave tanto para los inversores como para el propio desarrollo de la zona. 

Uno de los beneficios principales de invertir en suelo mixto es, sin duda, la versatilidad que ofrece. Esta ventaja se proyecta, aún más, en regiones o zonas residenciales y con alto potencial turístico. Y es un claro ejemplo de cómo el desarrollo urbanístico tiende a ser más social y sostenible. 

Además, el teletrabajo y el auge de los nómadas digitales hacen que se dispare el uso de nuevas comunidades en las que, en un mismo espacio, es posible trabajar, tener zonas de ocio, de restauración… 

Esta flexibilidad y versatilidad, a su vez, favorecen el retorno de la inversión. Y no solo a corto plazo. Invertir en este tipo de terrenos es una apuesta bastante fiable y segura de cara al futuro puesto que este tipo de proyectos se van a convertir en un área clave en el desarrollo urbanístico. Y, si en unos años, el propio mercado inmobiliario cambia siempre se podrá ajustar el desarrollo de este suelo a las nuevas demandas. 

Al invertir en un terreno con uso de suelo mixto también es posible aprovechar la ubicación de la propiedad para atender a varias necesidades y, por lo tanto, maximizar el retorno de la inversión. Si, más adelante, se quiere vender o alquilar, hay distintos perfiles con los que cerrar la operación: empresas, familias, etc.

En definitiva, al integrar diferentes funciones en un mismo espacio, los terrenos de uso mixto ayudan a maximizar y optimizan la utilización del suelo, el retorno de la inversión, aumentan la estabilidad financiera y consiguen incrementar el valor de la propiedad y del mercado. 

Es decir, al hacer convivir distintos usos en un solo terreno es posible regenerar las ciudades y darles nuevos usos a las comunidades que pasan a ser zonas más conectadas, humanas y sostenibles... y rentables. Invertir en suelo mixto es una estrategia cada vez más consolidada entre los inversores y es sinónimo de una vida mejor para todos.