Tras la Nueva Ley de Suelo de Andalucía, surge esta duda: ¿es posible construir en un suelo rústico viviendas unifamiliares? Este reglamento urbanístico andaluz concreta las condiciones que dan lugar a la formación de nuevos núcleos de población y legaliza la situación de muchas residencias en suelo rústico. 
 
La nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio en Andalucía, conocida como LISTA, permite por primera vez construir viviendas en suelo rústico, algo hasta la fecha ligado a la actividad agraria y al campo. Es decir, anteriormente las casas en suelo rústico debían tener un uso vinculado a la agricultura o la ganadería para cumplir con la ley.
 
Ahora, se podrán edificar casas como segunda residencia, aunque sí es cierto que estas nuevas viviendas en suelo rústico deberán cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, se podrá construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico siempre y cuando sea diseminada en el terreno y no suponga la creación de una nueva urbanización. 
 
Las viviendas unifamiliares que se quieran construir deberán además tener una superficie edificada que no exceda del 1% de la parcela que, a su vez, tendrá una superficie mínima de 2,5 hectáreas. Ello se traduce en que podrán ocupar más de 250 metros cuadrados para las parcelas de 2,5 hectáreas, por ejemplo. Esta nueva Ley andaluza no permite más de una vivienda unifamiliar aislada por parcela así como tampoco una altura de más de dos plantas en cada nueva residencia. Las viviendas deberán estar a una distancia mínima de cien metros de otras viviendas y a 25 metros de los linderos. 
 
También primará el uso de energías renovables y es que los servicios básicos de la vivienda deberán garantizarse de forma autónoma y, preferentemente, mediante instalaciones de autoconsumo con fuentes de energías renovables como puede ser una placa fotovoltaica. 
 
Finalmente, otro requisito indispensable es que la edificación se sitúe fuera de las zonas inundables y que si se levanta sobre terrenos forestales se garanticen las condiciones de seguridad si se produjera un incendio.

Con la nueva normativa, que entró en vigor el pasado 22 de diciembre, se indulta, además, a las más de 300.000 viviendas censadas en Andalucía en suelo rústico y que, hasta ahora, no cumplían con la legalidad. Sus propietarios podrán ahora legalizar su situación -pagando impuestos, reciclando agua...- o bien pedir permiso para construir nuevas viviendas en este tipo de terrenos. 
 
El Gobierno andaluz pretende con esta nueva normativa asegurar que los procesos urbanísticos sean más ágiles y flexibles y reducir, por lo tanto, la maraña legal existente. En este sentido, por ejemplo, desaparecen los conceptos de suelo urbanizable o suelo urbano consolidado o no consolidado. La nueva clasificación es mucho más simple: suelo urbano o suelo rústico.
 
Se trata, por lo tanto, de simplificar el marco jurídico frente a la coexistencia de diversas normativas urbanísticas y reforzar, a su vez, la seguridad jurídica del cuerpo normativo. Con avances como los nuevos usos del suelo rústico, y en palabras de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, la LISTA quiere favorecer a aquellos que quieran "vivir en el campo".

¿Se puede construir una vivienda unifamiliar en Andalucía en suelo rústico?

27 de enero del 2023 terrenos

 

Tras la Nueva Ley de Suelo de Andalucía, surge esta duda: ¿es posible construir en un suelo rústico viviendas unifamiliares? Este reglamento urbanístico andaluz concreta las condiciones que dan lugar a la formación de nuevos núcleos de población y legaliza la situación de muchas residencias en suelo rústico. 
 
La nueva Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio en Andalucía, conocida como LISTA, permite por primera vez construir viviendas en suelo rústico, algo hasta la fecha ligado a la actividad agraria y al campo. Es decir, anteriormente las casas en suelo rústico debían tener un uso vinculado a la agricultura o la ganadería para cumplir con la ley.
 
Ahora, se podrán edificar casas como segunda residencia, aunque sí es cierto que estas nuevas viviendas en suelo rústico deberán cumplir una serie de requisitos. Por ejemplo, se podrá construir una vivienda unifamiliar en suelo rústico siempre y cuando sea diseminada en el terreno y no suponga la creación de una nueva urbanización. 
 
Las viviendas unifamiliares que se quieran construir deberán además tener una superficie edificada que no exceda del 1% de la parcela que, a su vez, tendrá una superficie mínima de 2,5 hectáreas. Ello se traduce en que podrán ocupar más de 250 metros cuadrados para las parcelas de 2,5 hectáreas, por ejemplo. Esta nueva Ley andaluza no permite más de una vivienda unifamiliar aislada por parcela así como tampoco una altura de más de dos plantas en cada nueva residencia. Las viviendas deberán estar a una distancia mínima de cien metros de otras viviendas y a 25 metros de los linderos. 
 
También primará el uso de energías renovables y es que los servicios básicos de la vivienda deberán garantizarse de forma autónoma y, preferentemente, mediante instalaciones de autoconsumo con fuentes de energías renovables como puede ser una placa fotovoltaica. 
 
Finalmente, otro requisito indispensable es que la edificación se sitúe fuera de las zonas inundables y que si se levanta sobre terrenos forestales se garanticen las condiciones de seguridad si se produjera un incendio.

Una normativa más ágil y sencilla

Con la nueva normativa, que entró en vigor el pasado 22 de diciembre, se indulta, además, a las más de 300.000 viviendas censadas en Andalucía en suelo rústico y que, hasta ahora, no cumplían con la legalidad. Sus propietarios podrán ahora legalizar su situación -pagando impuestos, reciclando agua...- o bien pedir permiso para construir nuevas viviendas en este tipo de terrenos. 
 
El Gobierno andaluz pretende con esta nueva normativa asegurar que los procesos urbanísticos sean más ágiles y flexibles y reducir, por lo tanto, la maraña legal existente. En este sentido, por ejemplo, desaparecen los conceptos de suelo urbanizable o suelo urbano consolidado o no consolidado. La nueva clasificación es mucho más simple: suelo urbano o suelo rústico.
 
Se trata, por lo tanto, de simplificar el marco jurídico frente a la coexistencia de diversas normativas urbanísticas y reforzar, a su vez, la seguridad jurídica del cuerpo normativo. Con avances como los nuevos usos del suelo rústico, y en palabras de la consejera de Fomento, Marifrán Carazo, la LISTA quiere favorecer a aquellos que quieran "vivir en el campo".

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