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Novedades del sector inmobiliario
27 de diciembre 2022 terrenos
Una buena inversión en España es comprar un terreno rústico. Entre otras ventajas, destaca la cantidad de IBI a pagar, que suele ser muy inferior a la del impuesto en las áreas urbanizadas. Y, entre sus usos, empieza a despuntar la instalación de energías renovables para sacar su máxima rentabilidad.
La compraventa de fincas rústicas vive un buen momento. En 2018, este tipo de transacción en España aumentó casi un 4% respecto al año anterior. Y eso fue antes de la pandemia. Después de la crisis sanitaria, los terrenos en plena naturaleza y entornos naturales aún están más solicitados.
Si hablamos desde el punto de vista urbanístico, estos terrenos se consideran suelo no urbano. Y se han posicionado como una gran opción para aquellos inversores que buscan una operación rentable y segura; y también para los inquilinos que buscan disfrutar de entornos naturales durante sus días festivos fuera del estrés y el ritmo más frenético de las ciudades.
Según el ¿I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España¿, actualmente, los inversores están poniendo especial atención en estos terrenos en el campo, donde encuentran una alternativa segura de inversión. Es más, un estudio de Tinsa revela que las rentabilidades del suelo rústico se sitúan entre el 4% y el 11%, en función del uso que se le de.
Y es que invertir en el sector inmobiliario rústico comporta grandes beneficios y una infinidad de posibilidades de explotación. Una de sus ventajas principales es que la cantidad de IBI a pagar es menor a la de este mismo impuesto en las zonas urbanizadas y ciudades. Además, son inversiones que no pierden valor. Y, como en España, hay tanta oferta de este tipo de suelo y con precios muy variados, es una inversión que se adapta a todos los bolsillos y presupuestos.
Así no es de extrañar que el 35,7% de todas las transmisiones de este tipo de suelo datadas desde enero de 2021 correspondan a compraventa de propiedades rústicas. O lo que es lo mismo, más de 280.500.
Cómo rentabilizar este tipo de fincas
España es una potencia exportadora de muchos cultivos. Por eso, labrar hortalizas, frutales o viñedos ofrece mucha rentabilidad en las tierras rústicas. Alrededor del 11%, del 7% y del 6% en esos casos concretos. Pero, más allá de destinar una parcela rústica a la agricultura o ganadería, con viñedos, olivares o frutales, en los últimos años han surgido nuevas actividades que ayudan a sacar la máxima rentabilidad del terreno.
Las posibilidades son variadas y se incluye, por ejemplo, la construcción de campings o alojamientos turísticos. No hay que olvidar que el turismo rural es un sector en crecimiento desde hace años y es ideal para inversores que quieran una alta rentabilidad.
Pero otra solución que llega con mucha fuerza está protagonizada por las energías renovables. Muchas empresas ¿sobre todo energéticas o de telecomunicaciones- escogen las superficies rurales para llevar a cabo instalaciones no contaminantes como placas solares o sistemas eólicos.
En las fincas rústicas suele ser relativamente fácil levantar grandes instalaciones de energías verdes que son una fuente de ingresos a largo plazo muy interesante. Es decir, la instalación un parque eólico o de placas solares son ideales para rentabilizar una finca rústica y permiten, a su vez, compatibilizarla con otros usos.
¿Es viable el proyecto que tengo en mente?
En España, hay actualmente una amplia oferta de fincas rústicas. En Servihabitat destaca un innumerable stock de terrenos donde asentar una explotación agrícola, apostar por las energías renovables o edificar un nuevo destino turístico natural.
Pero, antes de comprar una finca rústica es importante comprobar que el terreno no está protegido, no cuenta con cargas fiscales, verificar si cumple con la legalidad... Para eso, es recomendable contar con el asesoramiento de asset managers como Servihabitat que evitarán a los compradores e inversores encontrarse con sorpresas. Así la viabilidad del proyecto estará más que garantizada de entrada.