El mercado de las fincas rústicas alcanzó una cifra histórica en enero con 37.186 propiedades transmitidas. Es el mejor dato, en este mes, de los últimos quince años. Se debe, principalmente, al relevo generacional, al envejecimiento de los propietarios y al auge del sector agroalimentario.
 
Hace menos de un año, según datos recogidos en el INE, España contaba con una superficie agraria de 23,2 millones de hectáreas, la mayoría de ellas en propiedad. Por otro lado, según el I Informe Cocampo sobre la estructura del suelo rústico en España, el 41% del suelo rústico en España está arrendado. Los expertos de esta plataforma, además, clasificaban a los propietarios de fincas rústicas en empresarios agro, profesionales que buscan disfrutar del campo e inversores para arrendamiento. 
 
Estos perfiles forman parte también de una cifra récord: el pasado mes de enero, el mercado de las fincas rústicas alcanzó las 37.186 propiedades transmitidas. El mejor dato en el primer mes del año de los últimos quince años. Según los expertos, el crecimiento del mercado de las fincas rústicas se debe al inevitable relevo generacional, al envejecimiento de los propietarios, al auge del sector agroalimentario y al impulso a las energías verdes como las placas solares. 

Las fincas rústicas se han convertido en una alternativa real de inversión, sobre todo en la era post pandémica. Y especialmente las agrícolas. Muchas fincas rústicas que llevaban varios años en manos de los mismos propietarios salen ahora a la venta y, por ubicación o productividad, son una gran oportunidad de inversión. 
 
España está llamada, pues, a convertirse en un referente dentro de la industria agroalimentaria. Para los inversores, apostar por las fincas rústicas puede ser una buena manera de diversificar el patrimonio; para las familias, se puede convertir en una alternativa segunda residencia; y, para los fondos de inversión, son un activo muy preciado y atractivo. A su vez, este tipo de terreno serviría a las empresas a cumplir con los criterios de sostenibilidad y, a los ganaderos y agricultores, las fincas en suelo rústico les ayudan a mejorar su competitividad. 
 
En este contexto, y en relación a 2022, la transmisión de fincas rústicas creció un 1,11%. Así se entiende la cifra récord de principios de año. De esas casi 38.000 operaciones que se produjeron en enero, según la Encuesta de Transmisiones de Derechos de la Propiedad, cerca de 15.000 fueron por herencia. El mayor número de estas transiciones se produjo en Castilla y León. 
 
Por otro lado, más de 13.000 transiciones fueron compraventas -significando una subida del 16,6% respecto a diciembre de 2022- y las demás fueron donaciones y otras acciones. 
 
Por tanto, España ofrece actualmente una gran diversidad de fincas rústicas en todo el territorio. Asesorarse del mejor terreno para sacar la máxima rentabilidad o para aumentar el patrimonio es importante para acertar. Por eso, expertos de asset managers como Servihabitat acompañamos en todo el proceso y ofrecemos un innumerable stock de terrenos rústicos.